“La escritura es la pintura de la voz” Voltaire

Como cada año, la actividad de escritura de cartas en inglés a nivel nacional sigue presente en nuestra guía didáctica. No hay mejor fórmula que la de sumar a un lapicero y un papel, la ilusión y la imaginación. Aunque sea una de las actividades más complicadas de plantear, también es una de las más útiles, efectivas y motivadoras. A través de las cartas, los alumnos son libres para describir cómo se consideran ellos realmente, para expresar cuáles son sus gustos; son libres para exponer lo que les gustaría hacer cuando fueran mayores, los sueños que les gustaría cumplir. ¿Y cuál es el vehículo para hacerlo? El inglés. Utilizando la práctica, los contextos reales y la vida cotidiana, enseñamos la nueva lengua. Dejamos atrás la enseñanza convencional de “primero teoría y luego práctica” para buscar esa necesidad de usar la lengua y de querer  usarla correctamente. Cuando se tiene la necesidad de saber algo, cuando realmente se quiere “saber” como tal, es cuando realmente se aprende. Como dijo el docente, doctor en Medicina y Neurociencia y catedrátigo en Fisiología Francisco Mora, “El cerebro sólo aprende si hay emoción.”